Equipados con sistemas de inteligencia artificial portátiles digitales y ojos que ven lo que los ojos humanos no pueden, los exploradores espaciales del futuro podrían ser no sólo los astronautas, sino también "los astrobiólogos cyborg".
Esa es la visión de un equipo de investigación dirigido por Patrick McGuire, de la Universidad de Chicago que ha desarrollado algoritmos que pueden reconocer los signos de vida en un paisaje estéril.
El corazón del sistema de McGuire es la red neural de Hopfield, un tipo de inteligencia artificial que compara datos de entrada con patrones que ha visto anteriormente y que, con el tiempo, elige detalles que califica como nuevos o inusuales.
Las pruebas de esta tecnología se han llevado a cabo tanto en España como en el Utah Desert Research Station, donde dos de los investigadores usaron los trajes espaciales y vivieron durante dos semanas como astronautas, teniendo a mano microscopios digitales y cámaras de teléfonos celulares, que enviaban datos constantes a través de Bluetooth a ordenadores de la red de Hopfield.
Esta tecnología puede ser uno de los avances más importantes para empezar a construir nuevas colonias espaciales. Lo necesario para poder implantar colonias y profundizar el estudio espacial es contar con habilidades sobre-humanas y con este tipo de avances estamos a pocos pasos de conseguirlo.
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